martes, 14 de enero de 2014

Una tormenta perfecta


En la naturaleza como en la vida existen tormentas, momentos por los que todos algún día pasaremos, lo queramos o no.
Una tormenta Perfecta es un término utilizado para describir una situación en que todas las variables posibles trabajan en su peor estado. Todo sale mal. Algo que la ley de Murphy dice: si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal.
A veces las tormentas no llegan completas. A veces, se forman con los días o hasta en semanas. Lo peor que puedes pensar es que no te tocará a ti. 
Una tormenta Ártica, moviéndose al sur, puede de repente colisionar con una tormenta tropical con camino al norte. Y cuando estas colisiones del clima tienen lugar, hace que la tormenta explote. La suma total de su energía destructiva es mucho más grande si cualquiera de las dos nunca se hubieran encontrado, creando lo que a veces los meteorólogos llaman "condiciones perfectas" para una tormenta mortal.
Una tormenta perfecta.
Y cuando estas tormentas perfectas se desatan, tienes que reconocerlas por lo que son.
Reconocer su impresionante poder...
Y agarrarte fuerte.
Al final todas las tormentas amainan. Cuando todos los árboles han sido arrancados, cuando todas las casas han sido despedazadas, el viento por fin calla. En el cielo se abren claros, la lluvia cesa. El cielo se despeja en un instante y sólo entonces, en los momentos de calma tras la tormenta, sabemos quien fue lo bastante fuerte para sobrevivir.

1 comentario:

  1. Si mejoraras la visión, te darías cuenta que, aun en medio de la tormenta, no todas las nubes son negras.
    Pero alégrate... ya saldrá el sol.Y tal vez volverás a sonreír.

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