lunes, 15 de diciembre de 2014

El tiempo pasa...



La gente que entrará en las Universidades el próximo año nació en 1996. 
Eran unos críos cuando se libró la Guerra de Irak y no tienen idea de Tormenta del desierto; el lunes negro de la Bolsa en 1987 les es igual de familiar que la Gran Depresión de 1929, han conocido tres Papas. 
Cuando José Saramago ganó el Nobel ni siquiera sabían leer. Aún no nacían cuando la Unión Soviética se desintegró, no se acuerdan de la Guerra Fría y para ellos "The day after" es una píldora, no el título de una película, y URSS es un montón de letras o una equivocación de teclado atribuíble a la basura esa de Internet. 
Les tocó oir hablar de una única Alemania, aunque quizás en la escuela les contaran que había dos (a sus oídos, una mitad comunista de Alemania suena más raro que medio Japón poblado por negros). 
El SIDA ha existido toda su vida. Siempre ha habido contestadoras telefónicas y, bueno, veamos, ¿qué tiene de novedoso mandar documentos por teléfono? No pueden explicarse siquiera lo que es ver la TV sin un control remoto. Nacieron en el año en que Sony puso a la venta el DVD, la información se guarda en dispositivos flash y los disketes son discos antiguos de vinilo, para ellos los patines de ruedas siempre las han tenido en línea. Ya no hablemos de la normalidad con que pueden ver un teléfono celular o una computadora personal. 
Para ellos las palomitas de maíz no pueden hacerse de otra manera que no sea en el microondas. Pelé es un negro platero que anuncia cuanta cosa hay y Maradona es un drogadicto. Nunca se metieron al agua pensando en "Tiburón", pero el desquite está en que toda esta generación se lo pensará bastante antes de subirse a un barco grande (jejeje). 
Michael Jackson siempre fué blanco. ¿Cómo va a bailar Travolta con esa panza? La Guerra de las Malvinas es tan prehistórica como la 2ª Guerra Mundial o la Revolución Francesa. Kansas, Chicago o Boston son nombres de lugares, no de bandas de rock. A menudo miden el progreso por los McDonalds, Burger King o Pizza Hut que hay por todas partes. 
¿Alguien se siente viejo ahora? 
Pues recordad: toda esta gente entrará a la Universidad el año que viene...

miércoles, 10 de diciembre de 2014

Navidad...


En el Centro Comercial del Bosque todo era confusión. Los señores animales y las  señoras animales corrían de un lado para otro haciendo las últimas compras, las señoritas  empaquetadoras se volvían locas haciendo paquetes, los señores vendedores se reían contando billetes, las escaleras automáticas subían y bajaban, las luces se encendían y apagaban. Y en medio de todo ese gentío camina un ratoncito con zapatos demasiado grandes, camisa demasiado chica, pantalones demasiado rotos y un hambre demasiado a prisa. 

El ratoncito Ramón va para allá, va para acá. El gentío lo lanza para un lado, lo lanza para el otro. Y de bote en rebote fue a dar a una tienda de juguetes donde una señorita lora con ojos apurones y manos atarantadas envolvía regalos y se confundía con las cajas, las cintas, las flores y las guindas. Las manos de la lora se movían como remolinos al envolver una pelota, se movían como aplaudiendo para amoldar el papel y se quedaban como atontadas cuando tenía que anudar la cinta, porque se le deslizaba el nudo y vuelta a empezar. Una gallina que esperaba se paró en una pata, se paró en las dos, dio un par de aletazos y un cocorocó. 

El ratoncito miraba desde afuera. El sabía que para que un nudo no se deshiciera tenía que pedir prestado un dedo a alguien para aplastarlo. Así ataba él los cordones de sus zapatos y siempre le pedía prestado un dedo a su amigo Pimpo. 
-¿Le falta cocoromucho? -preguntó la gallina, con voz impaciente. 
-El nudito y está listo -dijo la lora con el papel engomado pegado a la nariz.. 

Hizo de nuevo el nudo, armó de nuevo la rosita, la cinta se deslizó... y plim... se deshizo todo. La lora simuló cantar y comenzó otra vez.. Y... un dedito entierrado aplastó el nudo. La lora hizo la rosa, el paquete quedó listo y maravillosamente arrugado. 
-Puf... cocorogracias -dijo la gallina. 
-Tienes trabajo, Ramón -dijo la lora que era muy rápida de pensamiento. 
-Ay -dijo el ratoncito con el dedo colorado por el tremendo apretón. 

Y comenzó a trabajar. Zap el dedo en la cinta, zum el apretón, zip afuera su dedo, zapzupzip el regalo simpaticón. 
-El próximo -ordenó la lora, con las tijeras colgando de la oreja. 

Pero, mientras iban y venían señoras con caras de mamás, el ratoncito sentía que su dedo se volvía triste y que el hambre del estómago le llegaba al pecho. Por eso la lora tenía que darle un codazo para que ¡ zip ! recordara retirar el dedo. 
-El próximo - apuró la lora, pisoteando los papeles sobrantes. 
-Envuélvame este libro, por favor -dijo una voz de señora ratona. 

Y el ratoncito se quedó con el dedo en el aire. La lora dijo ejem, psttt... Pero el ratoncito seguía con el dedo en el aire mirando a la ratona. La lora no perdió tiempo... agarró el dedo de Ramón, lo aplastó en la cinta, zas le hizo un nudazo, el ratoncito no hizo zim para sacar el dedo y zapzupzip le entregó el regalo a la clienta con Ramón colgando del paquete. 
-Gracias -dijo la ratona mirando la sorpresa que le habían atado a su regalo. 
-El próximo -dijo la lora, con una sonrisa. 
-Ay -dijo el ratoncito soplando su dedo, mientras daba un brinco para acurrucarse con regalo y todo en el pecho de la ratona con cara de mamá. 

Y mientras se escuchaba un villancico cantado por pollos amarillos y un Viejo Pascuero repartía caramelos, la ratona daba un beso al ratoncito en la cara, en el hambre y en su dedo.

P.D. Esta navidad regala AMOR!!!

martes, 26 de agosto de 2014

Todo lo que aprendí sobre el cáncer II

http://info.abril.com.br/images/materias/2013/05/cancer-20130520164151.jpg 
El cáncer es una revolución, Y como cualquiera, no hay una revolución que no derrame sangre.
Pero  ya no es una guerra, es terrorismo, y no puedes intentar negociar con el cáncer.
El cáncer solo existe para extenderse y destruir el cuerpo y el alma. Es todo lo que hace y lo hace rápido.
No tiene opiniones políticas,ni creencias religiosas,no le tiene respeto a una placa,no tiene concepto de tiempo o geografía.

Así comienza el cáncer,como una pequeña chispa revolucionaria, surge de la energía negativa de miles de células apáticas y disconformes, surge de inumerables razones desconocidas y sólo espera una oportunidad de estallar.

Que haces cuando tu enemigo eres tú mismo?, ¿aceptar la posibilidad de una muerte inminente y entender en tu corazón que poco puedes hacer para salvarte?. ¡NO! Te plantas y peleas, junto a tus aliados (Dios, médicos, familia y amigos), la diferencia entre estar vivo y no estarlo, es dejar de luchar, dejarse llevar, y no querer seguir adelante… Todos en muchos momentos de nuestra vida hemos librado batallas, hemos sido luchadores más o menos afortunados, pero lo que sí es seguro que lo hemos hecho con todas nuestras fuerzas y convicción, por eso estamos aquí, porque ganamos una batalla... Aunque la verdadera victoria sería combatir las causas y no conformarse con tener éxito en suprimir efectos.

miércoles, 9 de julio de 2014

Todo lo que he aprendido del Cancer


   
Glioma, friboma, blastoma. Sea cual sea el tumor, la gente cree que los oncólogos los abordan de la misma manera. encuentras su escondrijo,  y lo atacan con todos lo venenos a su alcance, y luego lo bombadean con radiacion  con tal de acabarlo  de raíz. Pero no solo luchas con ese tumor. es una guerra contra mil millones de células.
El cáncer es un matón biológico. Siempre buscando pelea. Ataca por sorpresa. Espera a que el cuerpo se sienta a salvo, se sienta sano y fuerte. Solo entonces el cáncer hará su aparición y empezará a crecer. Al cuerpo le pilla desprevenido. El cáncer es el maestro de las sorpresas.  
¿Entonces cómo haces para salir airoso cuando son mil millones contra una? Te mantienes firme, sigues  forzándote más allá de todo límite y no aceptas  la rendición. 
Pero la cruda realidad es que por mucho que te esfuerces y luches por no perder el control, a la hora de la verdad estás en inferioridad de condiciones.
Puedes esconderte de un matón pero no de por vida. Solo hay un modo de ganarle, plantándole cara. Si tienes la suerte de salir con vida, tomate un momento para celebrarlo. Y después vuelve a ponerte en guardia para luchar contra el siguiente.

lunes, 23 de junio de 2014

Normalidad


 
Esta semana quiero hablar sobre normalidad.
¿Qué es normal?
Si te sientes triste, solo tienes un caso de nostalgia, o sufres de un desbalance neuroquímico?
La vasta mayoría de los casos de estudios científicos involucran pacientes cuyos cerebros son todo menos normales, y nadie duda que sufren.
Pero...
¿Es todo malo?
De hecho, a algunos su estado neurológico los protege, de las verdades dolorosas que nadie quiere pensar. Otros desarrollan una disposición animada que los ayuda a lidiar con situaciones que otros encontraríamos perturbadoras. Y si estableciéramos una línea base, entonces también hay que preguntarnos... Cómo los cerebros de los considerados normales... responden a ciertos estímulos.
Si somos capaces de tratar a esa gente con desórdenes neurológicos, restaurar esa, dígase, "normalidad"... Pues por supuesto que los ayudamos.
¿Pero no sería también quitar aquello que los hace únicos... y robarles una parte esencial de quienes son?

jueves, 16 de enero de 2014

Comunicación


Vivimos en este planeta junto a 7.080.360.000 personas con necesidad de comunicarse. Existen infinitas maneras de comunicarnos... Hoy, una persona promedio pronunciará 17.520 palabras... En el idioma que sea, en el país que sea a otras 7.4 personas. Enviamos más de 300 mil millones de mails, 19 mil millones de mensajes de texto, agregándose a la creciente avalancha de información Aquí. En 1866 una vez colocado el primer cable telegráfico transatlántico  hecho con 550.000 kilómetros de cable de cobre y hierro, diseñado para cubrir 4.630 kilómetros a lo largo del lecho marino, se pudo usar para mandar impulsos eléctricos y señales en código y asi hacer llegar mensajes al otro lado del mundo.
Los seres humanos estamos conectados mediante impulsos para compartir nuestras ideas... Y el deseo de saber que hemos sido escuchados. Todo es parte de nuestra necesidad de comunicarnos. Por eso estamos mandando constantemente señales y signos. Por eso los buscamos en otras personas.
Siempre estamos esperando mensajes. Esperando conectar. Y si no recibimos algún mensaje, no siempre significa que no nos lo hayan enviado. A veces significa que no hemos estado lo suficientemente atentos.

martes, 14 de enero de 2014

Una tormenta perfecta


En la naturaleza como en la vida existen tormentas, momentos por los que todos algún día pasaremos, lo queramos o no.
Una tormenta Perfecta es un término utilizado para describir una situación en que todas las variables posibles trabajan en su peor estado. Todo sale mal. Algo que la ley de Murphy dice: si algo tiene la posibilidad de salir mal, saldrá mal.
A veces las tormentas no llegan completas. A veces, se forman con los días o hasta en semanas. Lo peor que puedes pensar es que no te tocará a ti. 
Una tormenta Ártica, moviéndose al sur, puede de repente colisionar con una tormenta tropical con camino al norte. Y cuando estas colisiones del clima tienen lugar, hace que la tormenta explote. La suma total de su energía destructiva es mucho más grande si cualquiera de las dos nunca se hubieran encontrado, creando lo que a veces los meteorólogos llaman "condiciones perfectas" para una tormenta mortal.
Una tormenta perfecta.
Y cuando estas tormentas perfectas se desatan, tienes que reconocerlas por lo que son.
Reconocer su impresionante poder...
Y agarrarte fuerte.
Al final todas las tormentas amainan. Cuando todos los árboles han sido arrancados, cuando todas las casas han sido despedazadas, el viento por fin calla. En el cielo se abren claros, la lluvia cesa. El cielo se despeja en un instante y sólo entonces, en los momentos de calma tras la tormenta, sabemos quien fue lo bastante fuerte para sobrevivir.