lunes, 13 de julio de 2009

Tocarnos



Todos nos tocamos, tocarse constituye una necesidad fundamental, tocamos por deseo o por una primitiva y natural expresión corporal que nos dotó la evolución, tocarse es tan importante para nuestro crecimiento como la casa y la comida, desde los mimos y las caricias entre una madre y su hijo, que forman los cimientos de la personalidad, hasta el acto de estrecharse las manos entre una hija y su madre moribunda y que facilita la separación final, el tacto es el más íntimo y poderoso medio de comunicación. Tocarse es un apetito emocional que necesita ser saciado, un deseo que debemos intentar, ya sea que tomemos la mano de la persona amada o rocemos furtivamente una mano que deseamos imperiosamente estrechar...

Miguel Ángel lo sabía: cuando pintó a Dios extendiendo su mano hacia Adán en el techo de la Capilla Sixtina, eligío el tacto para representar el don de la vida.

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