viernes, 30 de abril de 2010

¿Quién fué Amado Alonso?



Un tiempo los Argentinos pensaron no sólo en permitirse, sino en estimular los vicios del lenguaje, para crear con esos subproductos una lengua propia. Durante uno de esos ataques de soberbia que tanto daño le han hecho, Argentina quiso tener su propio idioma nacional, y se propuso adoptar he imponer a todos una de las muchas lenguas fragmentarias que posee cada país, y en este caso particular el “lunfardo”, pero esta idea paso por suerte, como otras plagas, no exactamente el tal lunfardo o el habla de la plebe, sino la idea de generalizarlo convirtiéndolo en un idioma Argentino. Afortunadamente no los cegó el afán d homogenía; vino una reacción, fundaron el Instituto de Estudios Lingüísticos y contrataron a Amado Alonso, con amplios poderes y cambiaron el rumbo educacional, después el profesor Alonso que se había nacionalizado Argentino, tuvo al parecer un disgusto con Perón y se fue a EEUU probablemente en busca de mejores aires, pero sus lecciones sirvieron
¿Querían una lengua propia nacional, un modo de hablar exclusivamente Argentino, que sólo ellos entiendan? Bien y supongamos que la hubiesen tenido ¿Qué iban hacer con esa lengua? ¿con quienes iban hablar? y ¿Qué iban a decirle a esos quienes? ¿les interesaba mucho la comunicación íntima con los pescadores, los cargadores, con los fleteros, los maleteros, con los vagabundos de los muelles y los arrieros de la pampa?, porque ese es el horizonte que se le habría al Argentino medio la imposición de una lengua puramente Argentina, o sea, la prisión, no hay muralla como la separación de las lenguas.

jueves, 29 de abril de 2010

instrucciones para hacer una canción



Inicialmente no es forzoso saber las notas, las rimas y ritmos. Basta con empezar a tararear alguna vieja tonada que recuerde. Repítala hasta que nada tenga que ver con la original. La letra es lo de menos, porque poemas sobran. Pero, por las dudas, cuide que nadie lo escuche... críticos también sobran...

viernes, 23 de abril de 2010

Guerras



En vísperas de la instalación del nazismo, Albert Einstein escribió a Sigmund Freud una carta (30-VII-1932) en la que preguntaba: (...) "¿existe un medio de liberar a los hombres de la maldición de la guerra?". Freud se tomó dos meses para pensar, pero su extensa respuesta no es un dechado de esperanza: "... Sólo es posible impedir con seguridad las guerras si los hombres se ponen de acuerdo en establecer un poder central al cual se le conferiría la solución de todos los conflictos de intereses". Freud se mostraba incrédulo en la voluntad de los hombres de conferirle a ese poder central (entonces la Liga de Naciones) suficiente poder autónomo. En busca de una esperanza menos utópica sugiere: "todo lo que impulse la evolución cultural obra contra la guerra".

lunes, 19 de abril de 2010

Estadisticas

La actividad económica no es una experiencia de grupo: vivimos, producimos y consumimos como individuos. Sin embargo, los macroanalistas (economistas, estadísticos y políticos), insisten en considerarnos en términos de grupos o promedios. Llegan a conclusiones e idean políticas basadas en estadísticas que tal vez no tengan que ver con ningún individuo: ninguna familia tiene 2,3 hijos; casi nadie en todo el país percibe el “ingreso promedio”. Con demasiada frecuencia, quienes desconocen la naturaleza de la macroeconomía se ven impulsados a tomar decisiones que afectan adversamente a millones de personas. Esta manera de enfocar la formulación de políticas sociales hace pensaren la historia del hombre que metió un pie en un cubo de agua hirviendo y puso el otro sobre un bloque de hielo: en promedio, sus pies tenían una agradable temperatura de 37 grados centígrados.

viernes, 16 de abril de 2010

Analfabeto



Me da algo de vergüenza confesarlo pero soy un ser básicamente analfabeto. Analfabeto, sí. Y no me refiero a la definición técnica del término ya que evidentemente sé escribir (y por tanto se supone que leer) sino a un sentido más amplio del término. Y es que un simple paseo por entre las estanterías de cualquier librería, por modesta que ésta sea, me demuestra la gran cantidad de libros que me quedan por leer y que seguramente no leeré jamás. Se me puede argumentar que hay cosas que aunque no las lea no me pierdo nada, y es cierto. Por ejemplo, la colección de novelas rosa de bolsillo, la autobiografía de encargo de la última persona de moda de las revistas del corazón, o los manuales de autoayuda "Yo me he llevado tu queso" (que por desgracia leí… mea culpa). Sin embargo, aún quitando esos libros... ¡Cuánto me queda por leer! Y lo peor es que aun siendo absolutamente riguroso en la selección, y quedándome únicamente con los "clásicos", el número volúmenes que se me amontonan es enorme. Y es que tengo que confesar que no he leído muchos libros de "obligada" lectura. Desde obras que podíamos clasificar de sencillas como "Los 3 mosqueteros" hasta cosas mas serias como "Los miserables", pasando por "La colmena". Estos libros se me acumulan en el trastero de mi memoria intentando que yo los haga vivir una vez más. Quien sabe si lo lograrán. Y es que no voy a ser hipócrita, leer es una actividad que cuesta trabajo y me estoy volviendo cómodo. Uno llega a casa y pone la televisión en marcha casi como ritual y se queda embobado con esas lucecitas que aparecen, o enciende el computador y se conecta a una ventanita donde aparecen otro tipo de lucecitas que también, a veces, le emboban (por suerte no siempre). Y en fin, el tiempo dedicado al libro se va acortando. Sirva esto de público propósito de enmienda. No quisiera que me pasara la vida sin intimar con algunos de estos personajes.

martes, 13 de abril de 2010

E.T.


En cierto sentido la búsqueda humana de vida extraterrestre inteligente en ele espacio ya ha alcanzado plena madurez, a la fecha se han llevado con empeño por unos 50 años.
Cabe recordar por ejemplo en abril de 1960 el Observatorio Nacional de Radioastronomía, en ele estado Virginia apuntó por primera vez su oído de forma cónica hacia las estrellas Tau Ceti y Espilón Eridiani para ver si era posible oír comunicaciones de radio procedentes de estas, el resultado(...).
En 1968 astrónomos británicos se entusiasmaron debido a una señal que detectaron, aunque las pulsaciones sonoras eran de intensidad variable, el periodo siempre era el mismo: 1,337301133 segundos, no había objeto conocido que emitiera señales de radio semejantes, esa regularidad sugería un origen tecnológico, en realidad habían detectado un pulsar(...).
A lo largo de la historia de la astronomía moderna se dieron muchos chascos he intentos de comunicación (demasiados para enumerar), pero acaso todo quedó allí, ¡NO!, la mente inquisitiva e invicta del hombre siempre quiere más, hoy a la búsqueda le sobrevive el proyecto Seti,
http://seti.astroseti.org/setiathome/ , hasta la fecha (2010) no se ha detectado ninguna señal de claro origen extraterrestre, sin incluir la todavía sin definir Señal Wow (pero eso es para otro post).
¿Hay algo que llama al hombre, sin que el hombre lo escuche todavía? ¿acaso algo o alguien ha estado llamando constantemente a la vida desde sus principios? ¿nos esperan en el espacio respuestas a preguntas que ni siquiera nos hemos formulado?. Si es así, bien puede ser según las palabras de Carl Sagan que : "A la larga, el conocimiento científico, lógico, cultural y ético que se pudiera adquirir al sincronizar transmisiones galácticas podría ser en sí, el suceso más significativo de la historia de nuestra civilización".

lunes, 5 de abril de 2010

Revoluciones y Dictaduras


De Robespierre a Lenín, quizás la perversión suprema de los ideales revolucionarios ha consistido en vincular la emancipación del hombre, su anhelo de libertad, con la dictadura. Para que esta aberración histórica se diera fue necesario que ambos hombres (que tenían en común su pasión por la felicidad del prójimo y su consecuente olvido de sí mismos, su absoluta falta de egolatría) cometieran, en circunstancias muy distintas, dos colosales errores. El primero consistió en pensar que era posible alcanzar la libertad (que es el fin de todo proceso revolucionario) suprimiéndola provisionalmente (ejercer la dictadura como medio adecuado para consolidar los ideales revolucionarios). Y el segundo consistió en creer que podía haber una forma colectiva, hasta democrática de ejercer la dictadura. Robespierre habló de dictadura y terror revolucionario para salvar la República. Lenín concibió la dictadura del proletariado (atribuyendo astutamente semejante engendro al propio Marx) como el terror de clase para crear una sociedad sin clases. Que pasión, inteligencia y capacidad estratégica pusieron aquellos dos grandes líderes en crear esa figura de la dictadura como forma de gobierno. Y, peor aun, como forma de gobierno revolucionario. Ninguno de los dos disfrutó del poder los escasos años que fueron necesarios para que las dictaduras que ambos engendraron mostrarán que no eran otra cosa que la guillotina de todos los ideales revolucionarios. En menos de diez años, el terror de los grandes y puros revolucionarios, Marat, Saint Just y Robespierre, desembocó en Napoleón Bonaparte, el primer militar de la historia contemporánea que se haya hecho elegir dictador en forma democrática. Y aquella dictadura del proletariado, tan colectivamente elaborada por Trosky, Bujarín, Piatajov, Porbachensky, bajo la dirección de Lenín, desembocó, cinco años después de muerto el bueno, el santo de la revolución, Vladimir Ilich Lenín, se convirtió en el más absoluto arbitrario y cruel poder personal que se haya conocido en la historia hasta entonces: el gobierno de Issif Visiaronovic Cugazuili, el modesto hijo de un zapatero de Georgia que murió siendo Stalin, el supremo dictador de Rusia (o: camarada Stalin, Sec. Gral del PC soviético y Presidente de la URSS). Dos siglos completos. El estremecimiento de todas las sociedades europeas en uno u otro sentido. Elites de todos los países exterminadas. Veinte millones de campesinos rusos, cuando menos, sepultados por la colectivización o arrancados por ella de sus hogares, parecen que no han sido suficientes para lo que queremos demostrar: que no existen dictaduras, sino dictadores y que los gobiernos de los dictadores conducen a todo, menos a la libertad.


viernes, 2 de abril de 2010

E-mail



Más de una vez he pensado lo que ocurrirá con mi cuenta de correo y mi blog cuando muera. Allí se acumularan los correos sin responder entre montañas de spams, hasta que pasado un tiempo alguien borre toda memoria de su existencia para siempre. No quedaran ni los viejos papeles amarillentos ennvueltos en sobres rotos atados con una cinta roja.