domingo, 29 de diciembre de 2013

Retornos


En algún lugar entre la sopa primordial y el celular, nuestas mentes inventaron un modo furtivo para corregir nuestros errores y decepciones, León Festinger lo llamó disonancia cognitiva.Lo peor de todo es que funciona,aunque sólo sea por un tiempo.
La habilidad de la mente para engañarse a si misma casi no conoce límites.Pero con el tiempo, nuestra suerte viene a nuestros sentidos,el humo se desvanece, y vemos las cosas como son realmente.
Hay un fenómeno que algunas personas experimentan, aquellas que han perdido un brazo o una pierna,llamado "miembro fantasma".Sienten dolor, calor, frío,incluso movimiento, a pesar del hecho de que, estricta y científicamente hablando, no hay nada ahí.Es como si el cuerpo no puede aceptar que algo tan esencial como una parte del mismo ha desaparecido...
El recuerdo de que siempre ha estado ahí es tan fuerte que incluso su clara y repentina ausencia,la conexión no puede negarse.
Nuestros hijos son nuestros miembros fantasmas.Incluso cuando nos dejan,realmente nunca se van.Vuelven de tiempo en tiempo, cuando necesitan a lavar la ropa, cuando tienen que seguir sus estudios, por un hombro donde llorar o con las manos llenas de regalos, o para bailar contigo en la boda de un amigo.Y esos tempranos días errantes y de insomnio... que juraste que nunca terminarían de algún modo lo han hecho.Entonces pestañeas, alzas la vista, y encuentras un novio con barba y una camioneta en la puerta de tu casa.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Espíritu Navideño



Desde hace algunos días me biene sermoneando y reprendiendo la colectividad sobre mi actitud fastidiada en estas “celebraciones”, sobre mi condición de aguafiestas impenitente, de mi falta de espíritu navideño en medio del hervor compulsivo de hormiguero de estas calles, en mi ciudad, un 24 de diciembre por la noche.

Y bueno como siempre hago me he dado a la tarea de enlistar unas pocas razones de porque la navidad debería ser un día cualquiera y de porque carezco de espíritu navideño:

• Porque es un gran negocio. 
• Porque solo oigo palabrejas de ida y vuelta envueltas en formulismos verbales obligatorios, de personas que “desean” lo que por lo general no sienten.
• Porque desear algo -a alguien- es facilísimo.
• Porque por recibir –o dar- chocolate y agua y pan de pascua, no dejare de ser lo que soy, en realidad nadie lo hace.
• Porque los desempleados, los cesantes, querrán que la navidad se posponga a un mejor tiempo, seré solidario. 
• Porque las mismas iglesias católicas ortodoxas y protestantes no se ponen de acuerdo que esta sea el aniversario de nacimiento de Jesús.
• Porque los niños, los enfermos, los de la real carestía -que a veces no ven- solo existen por estas semanas entre “chocolatada” y pan dulce, pastillas y luego serán otra vez clandestinos y desconocidos.
• Porque los locos, los más desgraciados, los indigentes con heridas y sarna son a lo sumo espectros lejanos en el mercado de la alegría navideño del mundo.
• Porque al haber subvencionado una “chocolatada” la ciudadanía cree que se gano el derecho de estar caliente, ahíto y ahogado de cena y vinos a medio noche con “los suyos”.
• Porque la noche buena a las doce también es fría y a veces falta abrigo por ahí por las calles.
• Por que los celebrantes por lo general subconscientemente se esmeran y compiten entre si en llevar algo a casa porque es lo que esperan sus niños y la parentela
• Porque no existen ni Santa Claus, ni el espíritu navideño ni los duendes ni siquiera el grinch y si acaso existe Papa Noel éste debe ser un viejo pituco estíptico e hipócrita. 
• Porque aunque Walter Elias Disney diga lo contrario, no hay milagros diciembre
• Porque dicen que la navidad es de los niños pero nadie dice nada de los viejos enfermos débiles y olvidado ¿ un juguete??.
• Por que el llamado y falso espíritu navideño nunca sabe llevar tarjetitas sonoras debajo de los puentes de VIH, porque teme al contagio.
• Porque aumenta mi urgente necesidad de dinero aunque el cliché diga lo contrario navidad de los pobres por que si no llevo un regalo bajo el brazo soy aun mas aguafiestas.
• Porque aumenta la gente idiotizada caminando en las aceras como insectos bulliciosos con quien sabe que intenciones sublimes solidarias deducidas del espíritu navideño es decir comprar comprar comprar.
• Porque la otra mitad del rompecabezas se dedica en Navidad a vender vender vender… 
• Porque el presidente de mi pais, los senadores y diputados no cerrarán sus ojos ni juntarán sus palmas por una oración por los niños pobres del África. 
• Porque lo único que cambia en el mundo es la decoración rojiverde rojigualda las luces de neón, los árboles de plástico, los disfraces y las bolsas de compra de los mismos hombres y mujeres de siempre.
• Porque los niños aprenden a comparar al día siguiente de quien es mas grande o mas moderno o mas fashion el obsequio recibido. 
• Porque el Viejo Scrooge no hubiera sido tan bien –ni tan rápidamente- recibido en la comunidad inglesa decimononica del cuento de Dickens si no hubiere sido tan bueno con su fortuna.
• Porque mi país esta vendido y sus habitantes son “comerciodependientes”.
• Porque al día siguiente los celebrantes indigestos solo tienen la necesidad natural de expulsar lo que ingirieron en demasía, pavos rellenos, dulces, cola de mono, egoísmo e indiferencia.
• Porque las cárceles están llenas de cabezas de turco y de los que no tuvieron para pagar a tiempo, por que esta noche buena el verduguillo también amenazara al mas débil si no “accede”.

Por esta y por muchas razones mas, señores, carezco de espíritu navideño.

miércoles, 4 de diciembre de 2013

Guerras



La primera guerra reportada data del 2700 aC. probablemente hubo guerras anteriores, pero, la escritura no había sido inventado todavía .Casi 5.000 años de matarse unos a otros. Una cosa en que  los seres humanos han sido consistentemente buenos.

A comienzos de 1868, las tribus indias recrudecieron sus ataques sobre las caravanas de colonos que iban hacia el Oeste, en represalia por las tropelías que cometían los blancos en sus tierras y por los asaltos del ejército a las aldeas indias indefensas. Sobre todo, los indios no olvidaban la masacre de Sand Creek de 1864.

En noviembre de ese año, un notable jefe cheyene, Caldera Negra, después de firmar la paz con el gobernador de Colorado, se había refugiado en la aldea de Sand Creek para pasar los meses más duros del invierno. Una partida de 700 “voluntarios de Colorado”, tropas que servían fuera del control militar, al mando del coronel Chivington, asaltaron por sorpresa la aldea cheyene. Los indios airearon banderas blancas e, incluso, Caldera Negra agitó en lo alto la enseña de Estados Unidos. Pero Chivington ordenó el ataque, siguiendo su filosofía expresada antes de partir desde Denver en busca de Caldera Negra: “Voy a matar indios y creo que es justo y honorable usar de todos los medios que Dios ha puesto a nuestro alcance para matar indios. Hay que matar a todos y cortarles las cabelleras, grandes o pequeños, porque las liendres acaban por convertirse en piojos”.

Como resultado del ataque, 105 indios murieron, de ellos solamente 28 guerreros, y el resto, mujeres, ancianos y niños. Los voluntarios de Chivington mutilaron los cadáveres y les cortaron las cabelleras, una costumbre que, contra lo que nos ha hecho creer Hollywood, no fue imitada por los blancos de los indios, sino justamente al contrario. Caldera Negra logró escapar herido de la masacre y los voluntarios fueron recibidos en Denver como héroes. En los meses siguientes, los indios asaltaron caravanas, ranchos y estaciones de diligencias, causando numerosos muertos entre los blancos. Sólo cuando las autoridades de Washington abrieron una investigación a fondo y condenaron los hechos de Sand Creek, los indios se calmaron. Pero la paz lograda en 1865 duraría poco tiempo.

A comienzos de 1868, Philip Sheridan, general supremo de las tropas gubernamentales en las Grandes Praderas, decidió llamar de nuevo a filas a Custer, su antiguo subordinado en la guerra de Secesión. “Si hay algo de poesía y romanticismo en esta guerra”, cuentan que dijo Sheridan, “él lo encarnará”. Y con el grado de teniente coronel, le entregó el mando del 7º Regimiento de Caballería. Custer regresó al servicio dispuesto a recuperar cuanto antes su prestigio y su gloria pasados. La fiel Libbie le acompañó hasta su cuartel general de Kansas, en el fuerte Lincoln.

En noviembre de ese año, Custer encontró la primera ocasión para recuperar su gloria. Caldera Negra, que había pactado una nueva paz meses antes, invernaba a las orillas del río Washita. Desafiando la nieve y el frío, Custer partió con el 7º de Caballería y tomó por sorpresa a los cheyenes. Pese a las banderas blancas agitadas por los indios, atacó al son de Garry Owen, una marcha militar irlandesa que ya adoptara en la guerra civil para su regimiento de Michigan. Caldera Negra y su esposa cayeron alcanzados por sendos disparos en la espalda. De los 103 indios que murieron, tan sólo 11 de ellos eran guerreros. En Washita, Custer reproducía la hazaña de Chivington en Sand Creek. Ambas acciones servirían de lejanos modelos al teniente William Calley, responsable de la masacre de 500 campesinos vietnamitas en May Lay el año 1968.