Me da algo de vergüenza confesarlo pero soy un ser básicamente analfabeto. Analfabeto, sí. Y no me refiero a la definición técnica del término ya que evidentemente sé escribir (y por tanto se supone que leer) sino a un sentido más amplio del término. Y es que un simple paseo por entre las estanterías de cualquier librería, por modesta que ésta sea, me demuestra la gran cantidad de libros que me quedan por leer y que seguramente no leeré jamás. Se me puede argumentar que hay cosas que aunque no las lea no me pierdo nada, y es cierto. Por ejemplo, la colección de novelas rosa de bolsillo, la autobiografía de encargo de la última persona de moda de las revistas del corazón, o los manuales de autoayuda "Yo me he llevado tu queso" (que por desgracia leí… mea culpa). Sin embargo, aún quitando esos libros... ¡Cuánto me queda por leer! Y lo peor es que aun siendo absolutamente riguroso en la selección, y quedándome únicamente con los "clásicos", el número volúmenes que se me amontonan es enorme. Y es que tengo que confesar que no he leído muchos libros de "obligada" lectura. Desde obras que podíamos clasificar de sencillas como "Los 3 mosqueteros" hasta cosas mas serias como "Los miserables", pasando por "La colmena". Estos libros se me acumulan en el trastero de mi memoria intentando que yo los haga vivir una vez más. Quien sabe si lo lograrán. Y es que no voy a ser hipócrita, leer es una actividad que cuesta trabajo y me estoy volviendo cómodo. Uno llega a casa y pone la televisión en marcha casi como ritual y se queda embobado con esas lucecitas que aparecen, o enciende el computador y se conecta a una ventanita donde aparecen otro tipo de lucecitas que también, a veces, le emboban (por suerte no siempre). Y en fin, el tiempo dedicado al libro se va acortando. Sirva esto de público propósito de enmienda. No quisiera que me pasara la vida sin intimar con algunos de estos personajes.
viernes, 16 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Leer es un entrenamiento también. Y mientras más lees más te superas en el ejercicio de la lectura y sobre todo más adicto te haces a esa práctica. El chiste está en arrancar, que si eliges los libros que te gustan, vas a ver que la TV queda relegada en el living de tu casa.
ResponderEliminarUn beso, SM y buen fin de semana.
Yo también soy analfabeto.
ResponderEliminarHa cambiado la televisión por el pc.
Pero es lo mismo.
Y cada vez leo menos.
Saludos.