Voy a contarles de dos ranas que saltaron dentro de un cubo de crema en una granja lechera.-Más vale que nos demos por vencidas -croaba una de ellas mientras trataba en vano de salir-Estamos condenadas a morir.-Sigue nadando-indicó la otra-.De alguna manera hemos de salir de este lío.-Es inutil- chilló la primera-. Está demasiado espeso para nadar, demasiado desleído para saltar;demasiado resbaloso para arrastrarse. Como de todas maneras hemos de morir algún día,mejor que sea esta noche.Se hundió hasta el fondo y pereció ahogada.Su amiga siguió nadando, nadando y nadando. Al amanecer se hallaba parada sobre un monton de mantequilla que ella misma había batido. La encontraron allí con una mueca de satisfacción en su cara, comiendose las moscas que acudían en bandadas de todas direcciones.Aquella ranita había descubierto lo que mucha gente pasa por alto. Si nos dedicamos en una tarea con ahínco, a la larga saldremos triunfantes.
jueves, 12 de noviembre de 2009
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Quizás la primera fue la más lista, la historia no dice como acabó la segunda.
ResponderEliminarSaludos.