sábado, 23 de julio de 2011

Autocontrol

Caminaba Samuel Johnson con su amigo John Adams, por la que llegaría a ser conocida más tarde como la Quinta Avenida en Nueva York, y al llegar a la esquina se acercan a un puesto de frutas a comprar algo. Pero casi simultáneamente llega también otra persona al mismo puesto desde el otro costado de la calle.Dicha persona se ofende pues se lleva la impresión de que ha llegado primero que Johnson y de que está siendo irrespetado su turno, y al ver que el tendero atiende a Samuel y su compáñero primero, su ira se incrementa y empieza a insultar a Samuel Johnson con toda suerte de vituperios que no
ameritan ser repetidos en este breve relato. Sin embargo, Johnson lo mira detenidamente sin que su semblante cambie, pero no le dice absolutamente nada. El hombre, al observar la reacción de Johnson se aleja confundido, musitando algunos insultos más.
John Adams no puede creer lo que sus ojos han visto, y decide preguntarle a Johnson como es posible que se hubiera dejado insultar de esa manera aun cuando ellos habían llegado primero al puesto, y estaban en su derecho natural de haber sido atendidos primero. Samuel Johnson, fiel al estilo que lo consagraría, se queda meditativo por unos segundos y luego le responde: "Nunca, en cuanto te sea posible, debes permitir que otra
persona, fuera de ti mismo, decida como has de sentirte."



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