viernes, 14 de agosto de 2009

Armagedon



Si los humanos nos aniquilamos, hay suficientes genes mamíferos para sustituirnos por otra raza más sabia, al cabo de unos pocos eones. Tal vez sean desendientes de coyotes o mapaches, criaturas demasiado adaptables para tener necesidad de refugiarse en arcas. Demasiado duras para ser borradas por cualquier calamidad como las que nosotros creamos.Quizá la especie humana no sobreviva, pero seguro que las ratas de Noruega lo harán. Me pregunto que clase de custodios serán sus desendientes.
Esta pesimista reflexción me llevó a recordar un poema que aparece en un libro de Bradburi: "Vendrán lluvias suaves" :



Vendrán lluvias suaves y olores de la tierra,

y golondrinas que girarán con brillante sonido;

y ranas que cantarán de noche en los estanques

y ciruelos de tembloroso blanco,

y petirrojos que vestirán plumas de fuego

y silbarán en los alambres de las cercas;

y nadie sabrá nada de la guerra,

a nadie le interesará que haya terminado.

A nadie le importará, ni a los pájaros ni a los árboles,

si la humanidad se destruye totalmente;

y la misma primavera, al despertarse al alba

apenas sabrá que hemos desaparecido.

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