sábado, 18 de julio de 2009

Pequeño paso... salto gigantesco!

Eran las 16:17:43, hora de Houton, la astronave espacial 107, mejor conocida como Apolo 11, había posado en la luna alrededor de un minuto antes de lo programado; Armstrom llamó:
"Houston... aquí Base Tranquilidad, el Águila ha descendido" y fue precisamente el 20 de julio de 1969, cuando eran las 22:56 hora de Houston, cuando Armstrom entró a ocupar su sitial en la historia, estando ya en el peldaño inferior de la escalera del módulo alargó su pie izquierdo y dejó en la luna la primera huella de una pisada humana y pronunció una frase que sin duda será inmortal y que inspiró el título de este post: "Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad " y aún hoy a cuarenta años de esta hazaña podemos sentir como si hubiéramos asistido a un acto oscuro, esotérico, cuyo secreto nos será revelado pronto.
Algo es seguro y es que difícilmente se echará al olvido alguna vez, a quienes fueron los primero en convertir en realidad cierto día de julio de 1969 un anhelo tan antiguo como el hombre mismo.
Las huellas visibles de la presencia humana en la luna, deberán durar unos 500.000 mil años, hasta que las borren el impacto de micrometeorítos, tiempo suficiente para que futuras generaciones sean testigos, quizá en el siguiente decenio, cuando vean las huellas en la Base Tranquilidad lo que les dirá la historia: que fué en esa época (el año en que yo nací) cuando se consumó la hazaña.
También puede ser verdad que dentro de algunas decenas de años, cuando los herederos de Armstrom Aldrin y Collins se hayan esparcido por el espacio encuentren en un viejo archivo la inscripción de una placa dejada en la luna que dice: "Aquí los hombres del planeta Tierra pusieron por primera vez un pie en la Luna. Vinimos en paz en nombre de toda la humanidad"

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